Exposición de dibujo de José Zetina, Mitl
TONALPOHUALLI
Cuenta de los días del Tonalmachotl
Inauguración 20 de marzo de 2009 a las 19:00 hrs.
en el Local 11 de la Glorieta del Metro Insurgentes
abierto al público hasta el 13 de abril.
JOSE ZETINA (MITL)
1932-1999
Nació en la Ciudad de México Tenochtitlán, D.F., el 30 de marzo de 1932, sus padres originarios de Calimaya, Estado de México, de raíces netamente Mexicas, desde temprana edad, dió muestras de sus aptitudes innatas para el dibujo. Su adolescencia transcurrió estudiando y trabajando en un taller de imprenta como ayudante de impresor, además de enfocar su atención en la tauromaquia, cuya pasión adolescente se incrementó al admirar las grandes faenas de los grandes toreros de la época como las de “el ave de las tempestades” Lorenzo Garza.
Sin embargo, guiado por su madre la Sra. Luz Zetina y su tía la Sra. Jovita Zetina, al ver sus habilidades para el dibujo y la tauromaquia, le dieron la opción de elegir entre uno y la otra, optando por el primero.
Fue esta la razón de su ingreso en 1947 a la “Escuela de Artes y Oficios del I.N.B.A." destacando sus aptitudes en las artes plásticas. Su desarrollo artístico tuvo como escenarios principales, las calles del centro de la ciudad, quienes despertaron en él una pasión y amor indescriptibles.
En esta etapa de su vida, sufrió la pérdida de su Sra. Madre que significó para él otro profundo motivo para continuar con su carrera en la plástica.
Entre 1953 y 1956, continuó sus estudios en la “Escuela Nacional de Artes Plásticas” de la U.N.A.M. (antigua Real Academia de San Carlos), en la que terminó de acrisolar su aptitud, amor y pasión por las artes plásticas, bajo la guía y consejos del Maestro Alejandro Mc Kinney.
Su amistad con el campanero mayor de la catedral Metropolitana, le permitió incursionar por sus torres y bóvedas, desde donde desarrolló múltiples apuntes y dibujos de la panorámica del centro histórico de los 50’s.
Contrajo nupcias con Margarita Pérez en 1957, con quien procreó 4 hijos: Felipe, Ma. Eugenia, Ma. De la Luz e Irma, por quienes desarrolló su madurez como esposo y padre de familia.
Estableció su primer taller pictórico en el edificio ubicado en la esquina de la Av. 20 de Noviembre y República del Salvador, desde donde alcanzó a captar otras perspectivas del centro histórico.
En 1958, presenta una de sus primeras obras en el “Primer Salón de la Plástica en México” organizado en el Palacio de Bellas Artes. Poco tiempo después, estableció su estudio pictórico en el primer piso del edificio ubicado en Rinconada de Jesús No. 15, ubicado en la Plaza “Primo de Verdad”, frente a la “Casona de los Condes de Calimaya”, que se transformó en 1964 en el “Museo de la Ciudad de México”, y precisamente ahí fue donde presentó su primera exposición individual en 1966, siendo anfitrión de honor, el Profesor Federico Hernández Serrano, director fundador del Museo.
En este espacio y tiempo, fue donde tuvo lugar su mayor potencial pictórico, rodeado e influenciado por el paisaje urbano del centro histórico en primera instancia y posteriormente se amplió hacia otros confines de la ciudad y hacia escenarios de las ciudades del interior de la República Mexicana donde presentó su obra.
Aquí realizó obras como: “El monumento a la Raza” (propiedad del Museo de la Ciudad de México), “La Plaza de las tres Culturas” (Tlatelolco), “”Bellas Artes y Torre Latino”, “La Plaza Loreto”, “El Edificio de Banobras” (Tlatelolco), “Avenida 20 de Noviembre y Catedral”, entre las mas destacadas, con las que continuó madurando en técnica y pasión, aplicándose en imágenes neo-impresionistas, a base de óleo y espátula sobre tela, sus inseparables compañeros.
En este proceso de maduración artística, es cuando acuña la frase: “El Verdadero Espíritu del Ser Humano”, ¡ Está, en su Obra !, profunda frase que plasmó como rúbrica en cada una de sus exposiciones y conferencias.
Durante esta etapa, compartió ideas con varios personajes destacados en la concepción intelectual y arquitectónica de la ciudad, como el Maestro Salvador Novo (Cronista de la Ciudad) y el Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, entre otros.
No obstante de recibir varias propuestas de algunas empresas promotoras de arte para trabajar bajo contrato en el extranjero, las rechazó, anteponiendo su carácter y esencia de artista ante lo comercial, ya que decía: “Soy artista, no un mercader”, principio que fue una constante durante su carrera, y a la vez, fue fortaleciendo en él su carácter humanístico, artístico y nacionalista.
Perteneció al Jardín del Arte A.C. desde 1958, invitado por sus fundadores: el Arquitecto Jorge Contreras y el Maestro Rafael Alemán; presidió la mesa directiva de 1983 a 1985, impulsando y proyectando las obras y prestigio de su gremio como miembro honorario del consejo consultivo, hasta el final de su existencia.
A la mitad de la década de los 70’s, dentro de él surge una fuerza, que lo guía hacia la búsqueda de “Nuestras Auténticas Raíces Históricas”. Motivado por las obras extraordinarias de nuestras Culturas Precolombinas, comienza a incursionar en su historia a través de sus testimonios presentes como son: Teotihuacan, Templo Mayor, Cuicuilco, Tlatelolco. Por esta razón, comenzó a participar activamente con instituciones de investigación histórica como son: “Grupo Cuauhtemoc de Investigación Histórica, A.C.”; “Grupo Izacoatl”; “Grupo de estudios Filosóficos de Anáhuac y Oriente”; con las que se identificó por las causas encaminadas al “Rescate de Nuestro Pasado Histórico”.
La Mexicanidad y la exaltación de sus valores, fueron entonces semillas de la siguiente etapa de su vida artística, convirtiéndose en un fervoroso Mexica, heredero comprometido de “... La dicha de haber nacido en ésta tierra pródiga y hermosa Anáhuac...”. Adopta el nombre de Mitl (flecha en Náhuatl). Obras de ésta etapa prolífera son: “Resurgimiento Mexica”; “serie Ceremonial Mexica”; “serie Tonalpohualli (cuenta de los 20 días del Tonalmachotl); “Cuauhtemoc, el abuelo joven”; “Moctezuma Xocoyotzin”; las últimas dos magnas obras representan un verdadero homenaje a los más destacados Tlatoani Mexicas.
Escribe entonces en 1988: “¿Dónde Perdimos el Rumbo?”, documento cuya concepción fue inspirada por la semilla de un profundo humanismo y nacionalismo Mexica, preocupado por la “contaminación física y mental” que aqueja al ser humano de fines del siglo XX, donde planteó sus “Causas” y “Consecuencias”, presentando una “Propuesta” de solución para cada caso.
Fue una etapa de profundo análisis y reflexión de su entorno social, en el que vislumbra la pérdida gradual de los principios y valores fundamentales del ser humano racional. Deja como testimonio de su gran preocupación, una impactante colección de dibujos titulada “Anti-contaminación Física y Mental”, que presenta como “un aviso en preventiva”, ante las consecuencias de tal pérdida de principios.
Presagiando su “próxima partida hacia el cosmos”, aquejado por un cáncer maligno e incurable, escribe dejándonos patente su sublime concepción de la existencia humana, el siguiente pensamiento dedicado a Quetzatcoatl (La inteligencia):
¿ Adónde vas ?
¡ Al más allá !
Allá: dónde el horizonte se extiende
Con los brazos siempre abiertos.
¿ Y si lograras llegar ?
De ahí partiré al cosmos
Y pararé en la primera estrella.
¿ Y si acaso le alcanzaras ?
Entonces, partiré al infinito.
¿ Y si le conocieras ?
¡ Entonces, me preguntaré !
¿ Cuál es mi nueva misión a cumplir ?
1932-1999
Nació en la Ciudad de México Tenochtitlán, D.F., el 30 de marzo de 1932, sus padres originarios de Calimaya, Estado de México, de raíces netamente Mexicas, desde temprana edad, dió muestras de sus aptitudes innatas para el dibujo. Su adolescencia transcurrió estudiando y trabajando en un taller de imprenta como ayudante de impresor, además de enfocar su atención en la tauromaquia, cuya pasión adolescente se incrementó al admirar las grandes faenas de los grandes toreros de la época como las de “el ave de las tempestades” Lorenzo Garza.
Sin embargo, guiado por su madre la Sra. Luz Zetina y su tía la Sra. Jovita Zetina, al ver sus habilidades para el dibujo y la tauromaquia, le dieron la opción de elegir entre uno y la otra, optando por el primero.
Fue esta la razón de su ingreso en 1947 a la “Escuela de Artes y Oficios del I.N.B.A." destacando sus aptitudes en las artes plásticas. Su desarrollo artístico tuvo como escenarios principales, las calles del centro de la ciudad, quienes despertaron en él una pasión y amor indescriptibles.
En esta etapa de su vida, sufrió la pérdida de su Sra. Madre que significó para él otro profundo motivo para continuar con su carrera en la plástica.
Entre 1953 y 1956, continuó sus estudios en la “Escuela Nacional de Artes Plásticas” de la U.N.A.M. (antigua Real Academia de San Carlos), en la que terminó de acrisolar su aptitud, amor y pasión por las artes plásticas, bajo la guía y consejos del Maestro Alejandro Mc Kinney.
Su amistad con el campanero mayor de la catedral Metropolitana, le permitió incursionar por sus torres y bóvedas, desde donde desarrolló múltiples apuntes y dibujos de la panorámica del centro histórico de los 50’s.
Contrajo nupcias con Margarita Pérez en 1957, con quien procreó 4 hijos: Felipe, Ma. Eugenia, Ma. De la Luz e Irma, por quienes desarrolló su madurez como esposo y padre de familia.
Estableció su primer taller pictórico en el edificio ubicado en la esquina de la Av. 20 de Noviembre y República del Salvador, desde donde alcanzó a captar otras perspectivas del centro histórico.
En 1958, presenta una de sus primeras obras en el “Primer Salón de la Plástica en México” organizado en el Palacio de Bellas Artes. Poco tiempo después, estableció su estudio pictórico en el primer piso del edificio ubicado en Rinconada de Jesús No. 15, ubicado en la Plaza “Primo de Verdad”, frente a la “Casona de los Condes de Calimaya”, que se transformó en 1964 en el “Museo de la Ciudad de México”, y precisamente ahí fue donde presentó su primera exposición individual en 1966, siendo anfitrión de honor, el Profesor Federico Hernández Serrano, director fundador del Museo.
En este espacio y tiempo, fue donde tuvo lugar su mayor potencial pictórico, rodeado e influenciado por el paisaje urbano del centro histórico en primera instancia y posteriormente se amplió hacia otros confines de la ciudad y hacia escenarios de las ciudades del interior de la República Mexicana donde presentó su obra.
Aquí realizó obras como: “El monumento a la Raza” (propiedad del Museo de la Ciudad de México), “La Plaza de las tres Culturas” (Tlatelolco), “”Bellas Artes y Torre Latino”, “La Plaza Loreto”, “El Edificio de Banobras” (Tlatelolco), “Avenida 20 de Noviembre y Catedral”, entre las mas destacadas, con las que continuó madurando en técnica y pasión, aplicándose en imágenes neo-impresionistas, a base de óleo y espátula sobre tela, sus inseparables compañeros.
En este proceso de maduración artística, es cuando acuña la frase: “El Verdadero Espíritu del Ser Humano”, ¡ Está, en su Obra !, profunda frase que plasmó como rúbrica en cada una de sus exposiciones y conferencias.
Durante esta etapa, compartió ideas con varios personajes destacados en la concepción intelectual y arquitectónica de la ciudad, como el Maestro Salvador Novo (Cronista de la Ciudad) y el Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, entre otros.
No obstante de recibir varias propuestas de algunas empresas promotoras de arte para trabajar bajo contrato en el extranjero, las rechazó, anteponiendo su carácter y esencia de artista ante lo comercial, ya que decía: “Soy artista, no un mercader”, principio que fue una constante durante su carrera, y a la vez, fue fortaleciendo en él su carácter humanístico, artístico y nacionalista.
Perteneció al Jardín del Arte A.C. desde 1958, invitado por sus fundadores: el Arquitecto Jorge Contreras y el Maestro Rafael Alemán; presidió la mesa directiva de 1983 a 1985, impulsando y proyectando las obras y prestigio de su gremio como miembro honorario del consejo consultivo, hasta el final de su existencia.
A la mitad de la década de los 70’s, dentro de él surge una fuerza, que lo guía hacia la búsqueda de “Nuestras Auténticas Raíces Históricas”. Motivado por las obras extraordinarias de nuestras Culturas Precolombinas, comienza a incursionar en su historia a través de sus testimonios presentes como son: Teotihuacan, Templo Mayor, Cuicuilco, Tlatelolco. Por esta razón, comenzó a participar activamente con instituciones de investigación histórica como son: “Grupo Cuauhtemoc de Investigación Histórica, A.C.”; “Grupo Izacoatl”; “Grupo de estudios Filosóficos de Anáhuac y Oriente”; con las que se identificó por las causas encaminadas al “Rescate de Nuestro Pasado Histórico”.
La Mexicanidad y la exaltación de sus valores, fueron entonces semillas de la siguiente etapa de su vida artística, convirtiéndose en un fervoroso Mexica, heredero comprometido de “... La dicha de haber nacido en ésta tierra pródiga y hermosa Anáhuac...”. Adopta el nombre de Mitl (flecha en Náhuatl). Obras de ésta etapa prolífera son: “Resurgimiento Mexica”; “serie Ceremonial Mexica”; “serie Tonalpohualli (cuenta de los 20 días del Tonalmachotl); “Cuauhtemoc, el abuelo joven”; “Moctezuma Xocoyotzin”; las últimas dos magnas obras representan un verdadero homenaje a los más destacados Tlatoani Mexicas.
Escribe entonces en 1988: “¿Dónde Perdimos el Rumbo?”, documento cuya concepción fue inspirada por la semilla de un profundo humanismo y nacionalismo Mexica, preocupado por la “contaminación física y mental” que aqueja al ser humano de fines del siglo XX, donde planteó sus “Causas” y “Consecuencias”, presentando una “Propuesta” de solución para cada caso.
Fue una etapa de profundo análisis y reflexión de su entorno social, en el que vislumbra la pérdida gradual de los principios y valores fundamentales del ser humano racional. Deja como testimonio de su gran preocupación, una impactante colección de dibujos titulada “Anti-contaminación Física y Mental”, que presenta como “un aviso en preventiva”, ante las consecuencias de tal pérdida de principios.
Presagiando su “próxima partida hacia el cosmos”, aquejado por un cáncer maligno e incurable, escribe dejándonos patente su sublime concepción de la existencia humana, el siguiente pensamiento dedicado a Quetzatcoatl (La inteligencia):
¿ Adónde vas ?
¡ Al más allá !
Allá: dónde el horizonte se extiende
Con los brazos siempre abiertos.
¿ Y si lograras llegar ?
De ahí partiré al cosmos
Y pararé en la primera estrella.
¿ Y si acaso le alcanzaras ?
Entonces, partiré al infinito.
¿ Y si le conocieras ?
¡ Entonces, me preguntaré !
¿ Cuál es mi nueva misión a cumplir ?
Jose Zetina Mitl
1932-1999
Y así, pocas semanas después de esta profunda reflexión, el primer día, del último mes, del penúltimo año del siglo XX, partió hacia: “Allá, dónde el horizonte se extiende con los brazos siempre abiertos”... “dirigiéndose hacia su nueva misión a cumplir”...
Felipe Zetina
Feb/2004